La fuerza del cariño
- Gonzalo Guillermo Miguel Sandoval
- 15 mar 2023
- 3 Min. de lectura
Aurora y Emma (ficción)
Son las Grennway.
Aurora y Emma, madre e hija.
Les une la sangre y un fuerte vínculo emocional consolidado a lo largo de muchos años.
Aurora quedó viuda y se convirtió en madre y padre de Emma.
Ahora Emma ha crecido y el amor maternal comienza, paulatinamente, a ser substituido por el amor de pareja.
Pero Aurora no se dejará vencer tan fácilmente y al cariño que siente por su hija, le agrega la necesidad (u obligación) de seguirle protegiendo, aun ahora que es adulta y se apresta a trazar su propio camino.
El tercero en escena se llama Flap, el novio de Emma: joven, profesor incipiente e inestable en muchos aspectos, desde la óptica de Aurora.
No obstante, como suele ocurrir en estos casos, la oposición de Aurora a la relación de su hija Emma con Flap, lejos de apartarlos, sólo contribuye a la precipitación de los acontecimientos: Emma Greenway y Flap Horton, deciden unir sus existencias en matrimonio.
Pronto el matrimonio tiene a su primer hijo. Flap pasa por dificultades económicas y decide aceptar una mejor plaza como maestro universitario, lo que les obliga a mudarse lejos de la ciudad que ha sido la residencia de Aurora y Emma.
Así, forzado por las circunstancias, el vínculo físico entre Aurora y Emma, debe romperse distancia de por medio. No así el vínculo sentimental, el cual, por el contrario, se vuelve indisoluble.
A la familia Horton-Grennway, pronto se agregan dos hijos más, así como una serie de dificultades pecuniarias, pues Flap no logra la autosuficiencia, propósito principal de la mudanza.
Dicen que “cuando falta el dinero, el amor sale por la ventana”: Flap comienza a mostrar su inestabilidad no sólo económica, acaso también emocional.
A la pareja (y a sus pequeños hijos), el destino les tiene reservada una sorpresa adicional, que les supondrá un reto formidable, así como probará la persistencia de la fuerza del cariño, entre Aurora y Emma.

Seguro de Vida (realidad)
El contrato de seguro de vida es un contrato de adhesión y de buena fe.
Las aseguradoras, en términos generales, por virtud de este tipo de contrato se obligan a cubrir una indemnización a los beneficiarios señalados en la póliza respectiva, cuando ocurra la eventualidad del fallecimiento del asegurado.
Como todo contrato tiene sus propias particularidades técnicas y, desde luego, algunos beneficios adicionales al propio pago de la compensación económica
Diversos planes contemplan otorgar anticipos sobre la suma contratada para situaciones extraordinarias y apremiantes.
Es el caso cuando se le ha diagnosticado al asegurado una enfermedad terminal, situación en que la aseguradora (si así está contemplado en las Condiciones Generales de la Póliza), podrá otorgar un adelanto al propio asegurado, por un monto del 30% de la suma contratada (indemnización).
Las enfermedades terminales que se contemplan son:
a) Infarto al miocardio,
b) Enfermedad coronaria obstructiva,
c) Accidente vascular cerebral,
d) Cáncer, e
e) Insuficiencia renal.
La condición de terminal debe ser dictaminada y documentada por un médico especialista en la materia y legalmente autorizado para ejercer su profesión y especialidad.
Desde luego existen otros requisitos que deben satisfacerse, sobre los cuales, tu agente de seguros debe asesorarte.
La filosofía de otorgar este beneficio, es para contribuir a los gastos que representa la atención médica de este tipo de padecimientos, por lo regular bastante onerosos y, de esta forma, no agregar a la carga emocional, otra de tipo económico, ni al asegurado ni a su familia.

Acto de amor
En anteriores oportunidades hemos mencionado que la contratación de un seguro de vida, equivale a un acto de amor.
Primero: para contigo mismo, al reconocerte como ser humano sujeto a todos los riesgos que implica vivir la simple “vida diaria” y que la misma se vea perturbada por alguna eventualidad funesta.
Dicen y dicen bien: “los accidentes no avisan, suceden”.
Segundo: para tus seres queridos y, en general, para las personas que dependen económicamente de ti, y a los cuales, de manera normal, tu vienes apoyando a cristalizar sus planes y proyectos. Para que, en tu ausencia, esos planes y proyectos no se trunquen.

Corolario
Ojalá tengas oportunidad de ver la película y te guste, como a mí.
Asimismo, espero que las notas de arriba te sean de utilidad.
Si es así, coméntame.
En casi contrario (se vale), también… coméntame.
Finalmente recuerda:
“¡Si eres de los que piensan: no puedo pagar un seguro de vida (o un Seguro de Protección y Ahorro); probablemente lo necesites más que aquellos que si pueden pagarlo!”
Apoyemos, reconozcamos y respetemos a nuestros médicos, enfermeras, laboratoristas, camilleros, operadores de ambulancias, personal de intendencia y a todo el gremio de la salud. Ellos trabajan en nuestro beneficio y contra el COVID-19.
14 / marzo / 2023
Gonzalo Guillermo Miguel Sandoval
Agente Profesional de Seguros
Consultor Fiscal
www.retiroatiempo.com
9991-929563
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