Seguros y el tío rico
- Gonzalo Guillermo Miguel Sandoval
- 27 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Historia de vida
Alguna vez alguien me confió la siguiente historia de vida:
“Del dinero, me preocupo porque sea suficiente para el día a día. Que no falte la comida en la casa, que alcance para los trapos de la señora, de los hijos y, si sobra, para los de tu servidor. Para comprar un helado a los chavos y, de vez en cuando, salir al cine o a comer fuera. Poder pagar los servicios como la luz, el agua, el teléfono, la gasolina del vehículo para ir y venir de la chamba. Tener para una aspirina en la farmacia si le duele la cabeza a la señora o ir al médico si alguno se me enferma de la panza. De lo demás, para nada me apuro, ni vivo pensando cómo le haré si nos pasa algo imprevisto o peor, algo grave. Y no lo hago, porque sé que cuento, llegado el caso, con mi tío Fulanito de Abraham que me quiere mucho, que es rico y del cual tengo presente su ofrecimiento: ´M´ijo, cuando usted no sepa qué hacer, o sepa pero no tenga con qué, acuérdese que tiene tío, que me tiene a mí; si no lo hace, dejo de ser su tío y usted mi sobrino´”.

Lo mejor de nuestra vida, queda en familia
Parafraseando la publicidad que hacía una popular cadena de televisión, hace muchos años, diríamos: “Ser un tío así o tener un tío así, es una de las dichas más grandes que podemos tener y que debemos aquilatar. Lo mejor de nuestra vida queda en familia, mantengámosla unida”.
¿Quién no desearía tener un tío rico, o un pariente, o un amigo, del cual tuviésemos la certeza, en momentos de gran apuro, nos ayudaría, a como dé lugar, para salir del trance?
¿Quién no desearía tener la certidumbre, en casos de extrema gravedad, por salud, por enfermedad, por un accidente, por un evento desgraciado de la naturaleza, de que alguien estará siempre, para tendernos la mano?
¿Quién no se sentiría aliviado de saber, aun en medio de movimientos económicos convulsos, fuera de nuestro alcance o, como ahora, ante la presencia de una pandemia, nuestro “pariente rico” estará presente más que nunca, para apoyarnos?
No obstante, es evidente, no todos podemos tener esa dicha.
Pero no te aflijas… ¡te tengo buenas noticias!

Hay cosas que el dinero no puede comprar
“Hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás hay tarjeta mc”.
Ya en fechas más recientes, así rezaba otra campaña publicitaria de una famosa tarjeta de crédito.
Sabes, no todos podemos contar con la fortuna de tener un tío rico, pero imitando el anuncio anterior, te diría:
“Hay cosas imposibles de predecir y, por tanto de prevenir, para todas esas cosas existen los Seguros”.
Así es. Para todos aquellos sin tío, pariente o amigo rico, incondicionales, los Seguros se convierten en nuestro mejor aliado. Si te fijas bien, van a cumplir exactamente la misma función que el tío Fulanito de Abraham: te permitirán que sólo te concentres en realizar aquellas cosas del trajín diario que le permiten a tu familia, a tus dependientes económicos o, incluso a tu negocio o empresa, subsistir y solventar sus actividades normales, es decir, crecer y seguir creciendo.
Cuando la ocurrencia de eventos extraordinarios interrumpan o amenacen esa cotidianidad; o pongan en peligro la existencia o la salud, de algún miembro de tu familia, o de ti mismo, o cuando tu patrimonio, construido tras largos años de esfuerzo, se vea en riesgo por actos de la naturaleza, los Seguros harán el equivalente al tío rico: ¡sacarte de la postración!

Darte dinero cuando realmente lo necesitas
A diario existen miles de ofrecimientos de dinero que nos llegan por todos los canales de comunicación, tanto tradicionales (tv, radio, correo, periódicos, anuncios espectaculares, volantes), como ahora, por las benditas redes sociales: desde un simple préstamo, sin fin específico alguno, hasta para adquirir autos, casas, viajes, apartamentos en nuevos y maravillosos lugares turísticos, incluso, hoy día, para trasladarte a la Luna o a Marte, entre otros.
Sabes, la mayor parte de las veces, ninguna de esas cosas nos son necesarias o, por lo menos, no en el momento. Te has preguntado, en cambio: ¿quién te dará dinero cuando realmente lo necesitas?
Si, efectivamente, tienes razón: únicamente el tío rico y… ¡los Seguros!
Finalmente recuerda:
“Si llevas largo tiempo considerando a ese Agente de Seguros, como alguien molesto y del cual, ya no encuentras cómo librarte, es el momento de cambiar de modo de pensar: ¡es tu tío rico, Fulanito de Abraham, que por fin, toca a tu puerta!”
Apoyemos, reconozcamos y respetemos a nuestros médicos, enfermeras y a todo el gremio de la salud.
23 / julio / 2020
Gonzalo Guillermo Miguel Sandoval
Agente Profesional de Seguros
Consultor Fiscal
www.retiroatiempo.com
9991-929563
Muy cierto, desgraciadamente pensamos que nuestra salud siempre va a ser buena, o por lo menos estable con enfermedades que podemos controlar nosotros mismos o yendo a visitar al médico.
Pero cuando la vida nos sorprende, como en esta pandemia del Covid, o cualquier otra enfermedad grave o de una cirugía mayor, todos desearíamos haber prevenido y haber comprado un seguro de gastos médicos, o cualquier otro seguro que proteja nuestros bienes.
Así es que, coincido contigo, ese es el verdadero tío rico con el que debemos contar, nuestro Seguro.
Si todos pensáramos en adquirir un Seguro de gastos médicos o cualquier otro, nos sentiríamos protegidos y respaldados. Pero de acuerdo a las estadística de la AMIS (Asociación Mexicana de…