Kramer contra Kramer (Kramer vs Kramer)
- Gonzalo Guillermo Miguel Sandoval
- 27 jun 2024
- 4 Min. de lectura
Ted Kramer, el padre; Joanna Kramer, la mamá; Billy Kramer, el hijo (ficción).
Es la historia de una familia.
Parafraseando al clásico: “de una familia como muchas otras”.
El núcleo familiar es un trío: el papá; la mamá, el hijo.
Ambos padres tienen estudios superiores, aunque, por ahora, sólo Ted, el padre, es el que ejerce profesionalmente.
El pequeño Bill, de entre 5 y 6 años, recién asiste a la escuela.
Joanna los cuida a ambos, pero siente… que se descuida a sí misma.
Ted, se afana en su trabajo como publicista en una Firma importante. Ahora mismo existe la posibilidad de que le asignen el manejo de una cuenta de relevancia para el bufete.
Si lo hace bien, el siguiente escalón podría ser una promoción como socio.
La vida parece sonreírle, pero está por cruzar el umbral de lo imprevisto, de esas cosas que pensamos que “le pueden ocurrir a otras personas, pero de ninguna manera a nosotros”.
Joanna, la mamá, está a punto de tomar una decisión que volteará la vida de todos los integrantes de la familia, ella misma incluida.
Hace tiempo que no está a gusto consigo misma; siente que algo le falta, que la vida para ella no es lo que imaginó algún día sería.
Se casó enamorada de Ted y, desde luego, ama profundamente al pequeño Billy, fruto de su amor, pero…
Ted va a llegar a su casa, a donde prometió (por enésima ocasión) llegar temprano, pero le demoró la plática con su jefe acerca de su futuro promisorio.
Ahora Joanna, decidida, sólo espera su arribo para hacerle saber un anuncio extraordinario: se marcha… se marcha para siempre… no sabe con exactitud que hará… menos a dónde irá, la única certeza es que se va…en busca de su destino cualesquier que sea este.
Ted, en principio, piensa ella solo está molesta por su retraso, o quizás a causa de algo que hizo sin darse cuenta.
Después, al ver la firmeza de Joanna y descontrolado por la sorpresa, argumenta “ahora con la promoción en mi trabajo, todo mejorará”.
Al comprobar con desazón que Joanna no dará marcha atrás, suplica y promete.
Finalmente, juega su última carta: ¿Y Billy, que pasará con Billy?
La respuesta de Joanna no puede ser más devastadora:
“... No lo llevaré conmigo, yo no le sirvo… soy terrible con él… no le tengo paciencia estará muchísimo mejor sin mí…”
Película estrenada en 1979, dirigida por Robert Benton con las actuaciones principales de Dustin Hoffman; Meryl Streep; Justin Henry, y Jane Alexander.
Ganadora de los Premios Oscar, en cinco categorías: mejor Película; mejor Director; mejor Actor; mejor Actriz, y mejor Guion.
Seguro de Vida (realidad)
El contrato de seguro de vida es un contrato de adhesión y de buena fe.
Las aseguradoras, en términos generales, por virtud de este tipo de contrato se obligan a cubrir una indemnización a los beneficiarios señalados en la póliza respectiva, cuando ocurra la eventualidad del fallecimiento del asegurado.
Como todo contrato tiene sus propias particularidades técnicas y, desde luego, como reza el anuncio: “aplican restricciones”.
Este contrato se inscribe en el apartado de Contrato de Seguro sobre las Personas, en el Título III de la Ley Sobre el Contrato de Seguro (LSCS).
Al respecto, podemos leer en sus artículos 181 y 182, lo siguiente:
Artículo 181.- Declarado el estado de quiebra o abierto el concurso de un asegurado, su cónyuge o descendiente beneficiarios de un seguro sobre la vida, substituirán al asegurado en el contrato, a no ser que rehúsen expresamente esta substitución.
Los beneficiarios notificarán a la empresa aseguradora la transmisión del seguro debiendo presentarle prueba auténtica sobre la existencia del estado de quiebra o concurso del asegurado.
Si hay varios beneficiarios, designarán un representante común que reciba las comunicaciones de la empresa. Esta podrá enviarlas a cualesquiera de ellos, mientras no se le dé a conocer el nombre y domicilio del representante.
La redacción de este artículo no es del todo clara, ya que se habla de una substitución del asegurado, pero no se abunda en los alcances, ni en los propósitos de dicha substitución en el contrato de seguro respectivo.
Desde luego, estimamos que dicha substitución no operará para efectos de cambiar al asegurado, por su cónyuge o beneficiarios, ya que ello implicaría condiciones de riesgo y modalidades de contratación diferentes.
En congruencia con el artículo 180 anterior (tratado en la entrega pasada), pensamos que va en el sentido de proteger la inembargabilidad del derecho a designar beneficiarios (cuando se trata del cónyuge o descendientes) y, por tanto, del derecho de estos a recibir la indemnización que les corresponda.
Artículo 182.- Cuando los hijos de una persona determinada figuren como beneficiarios sin mención expresa de sus nombres, se entenderán designados los descendientes que debieran sucederle en caso de herencia legítima.
Situación que resulta difícil se presente en la práctica, ya que por lo regular, todas las Aseguradoras cuidan que los beneficiarios sean designados, de manera expresa, por su nombre y apellidos e, incluso, con los porcentajes que les sean asignados.
No obstante, si se diera el caso, se seguirá la regla de designar como beneficiarios, a los herederos legítimos.
Parece algo complicado, pero si lo hablas antes con tu agente de seguros, él aclarará todas tus dudas.
Acto de amor
En anteriores oportunidades hemos mencionado que la contratación de un seguro de vida, equivale a un acto de amor.
Primero: para contigo mismo, al reconocerte como ser humano sujeto a todos los riesgos que implica vivir la simple “vida diaria” y que la misma se vea perturbada por alguna eventualidad funesta.
Dicen, y dicen bien: “los accidentes no avisan, suceden”.
Segundo: para tus seres queridos y, en general, para las personas que dependen económicamente de ti, y a las cuales, de manera normal, tu vienes apoyando a cristalizar sus planes y proyectos. Para que, en tu ausencia, esos planes y proyectos no se trunquen.
Corolario
Ojalá tengas oportunidad de ver la película y te guste, como a mí.
Asimismo, espero que las notas de arriba te sean de utilidad.
Si es así, coméntame.
En casi contrario (se vale), también… coméntame.
Finalmente recuerda:
“¡Si eres de los que piensan: no puedo pagar un seguro de vida (o un Seguro de Protección y Ahorro); probablemente lo necesites más que aquellos que si pueden pagarlo!”
Apoyemos, reconozcamos y respetemos a nuestros médicos, enfermeras, laboratoristas, camilleros, operadores de ambulancias, personal de intendencia y a todo el gremio de la salud. Ellos trabajan en nuestro beneficio y contra el COVID-19.
24 / junio / 2024
Gonzalo Guillermo Miguel Sandoval
Agente Profesional de Seguros
Consultor Fiscal
9991-929563
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